
Por: Heidy Arias
Hola terrícolas
Los parqueos son un área importante para todas las personas que gustan de parquear con comodidad lo más cerca posible del evento a realizarse.
Tengo una silla de ruedas y a diferencia de muchas personas la silla si es mía y no de un familiar para obtener parqueo preferencial. Muchas personas tienen el descaro de comprar en las tiendas ortopédicas calcomanías de discapacidad con tal de paquear.
Para muestra un botón en el restaurante donde trabajo siempre nos visita un medico. Este parquea con toda confianza en el parqueo preferencial y cuando le pregunta por qué lo hace nos dice que tiene un hijo asmático, el cual dicho sea de paso no sale del bar del restaurante.
¿Desde cuando ser asmático o tener un hijo con asma es una discapacidad? Esto es solo la punta del iceberg de lo que puede llegar a hacer una persona por obtener un espacio para su auto. En un reconocido supermercado llego un caballero a parquear en el espacio de discapacitados aludiendo que traía el coche de su bebe mientras yo esperaba parqueo.
Como una sátira a estos ejemplos un amigo me contó que en la serie esposas desesperadas una de sus protagonistas le quita el parqueo a un hombre en silla de ruedas y le dice que el no necesita el parqueo y ella si por que no puede caminar con un tacón numero 12.
Creo que a todas estas personas se les hace fácil parquear valiéndose de trucos y artimañas pero para mí y para la gran cantidad de personas con discapacidad no es tan fácil. En muchas ocasiones no me permitan parquear en estos espacios ya que los guardas me dicen que como manejo no parezco una persona con discapacidad.
En otras ocasiones los parqueos preferenciales están al lado de un muro que no me permita bajarme con la silla y si logro bajarme y parquear al volver hay un carro pegado a mi puerta sin espacio suficiente para la silla.
Pienso que no solo es cuestión de tener grandes parqueos para los discapacitados es también tener conciencia y enseñarle a los niños que estos espacios son preferenciales y no hay que fingir una discapacidad para tener un espacio.



