28 de octubre de 2009

Internet: Nueva herramienta electoral

Por: Javier Zúñiga

En febrero 2010, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Costa Rica, por lo que los principales candidatos con el fin de atraer más votantes, llevaron su propuesta y planes de gobierno a la web a través de sus propios sitios

Estos son los casos de: Laura Chinchilla, Otton Solís, Otto Guevara y Luis Fishman.

Cada candidato comparte en su cuartel virtual, su historia, sus pensamientos, sus planes para con Costa Rica, sus opiniones, agenda, y todo lo relacionado con la campaña electoral.

Las principales novedades estratégicas, son el uso de los blogs y las redes sociales como Facebook, Twitter, You Tube, entre otras, aliados modernos de los candidatos con el fin de atraer el voto joven.

Además de los candidatos, instituciones públicas como la UCR, brindan un espacio virtual para todos los usuarios que se quieran informar y plantear sus dudas con miras al próximo proceso electoral.

Internet: Campaña sin permiso

Por Heidy Arias.

A pocos días de haberse dado el banderazo de salida para a campaña política 2010 en Costa Rica los candidatos ya tiene sus contactos a nivel cibernético ya sea por facebook, hi5 o correo electrónico.

Los costarricenses no solo reciben llamadas de una grabadora a la que nunca le dieron el número privado del celular sino que al abrir el correo electrónico los mensajes de propaganda saturan dicho medio de comunicación personal.

El internet se ha convertido en la herramienta más popular para adquirir adeptos a los partidos y dar un discurso político de manera mas personalizada.
Los candidatos se esfuerzan por traspasar las fronteras cibernéticas.

Este espacio les permite presentar ideas de lo que sería su plan de gobierno y conquistar al sector que según La Prensa Libre (periodico nacional) esta más alejado de la política, los jóvenes.

Candidatos como Otto Guevara y Laura Chinchilla convierten la red en la ventana más dinámica para presentar su imagen como futuros presidentes de Costa Rica, contactando a los costarricenses sin su previa autorización.